Allá por finales de los años 50, aterrizó en tierras lusas un entrenador húngaro llamado Bela Guttman, un adelantado de su época. Pionero del sistema 4-2-4 que inició al mando del MTK y que posteriormente copiarían otros grandes equipos en años sucesivos, (Hungría `54 y la Holanda `70). Su primer equipo en Portugal fue el Oporto, el cual se proclamó campeón de liga bajo su batuta. El Benfica en una genial jugada maestra, logra birlarle el entrenador al eterno rival. Y el acierto fue total. Comenzaron a llegar los éxitos al equipo de las águilas. En su primera temporada, se proclama campeón de liga. Al año siguiente continúan llegando títulos a las vitrinas. Esta vez la liga y la preciada Copa de Europa, (destrona al Real Madrid, después de ganar cinco títulos seguidos). Los seguidores benfiquistas comienzan a sacar pecho, ya no solo se han convertido en el mejor equipo de Portugal por encima del Oporto, al que superan en títulos nacionales e internacionales, sino que ahora son el mejor equipo de Europa.
Llega la siguiente temporada y el equipo no cede un ápice en su afán por seguir haciendo historia. Aunque el Sporting Club se lleva el título de liga, el Benfica gana la copa de Portugal y otra vez se proclama el mejor equipo del continente, ganando por segunda vez consecutiva la Copa de Europa. El mundo futbolístico gira su cabeza hacia Portugal y en especial hacia un equipo, el Benfica. Con sus dos grandes figuras a la cabeza, el maestro Bela Guttman y el artista mozambiqueño Eusebio. Pero donde todo tendría que ser alegrías, éxitos, felicidad y un remanso de paz, ocurre un suceso que cambiará la historia del equipo. El técnico húngaro pidió un merecido aumento de sueldo y como respuesta del club, obtuvo la rescisión de su contrato. Desafiante, Bela soltó esta frase maldita:" Sin mí, este equipo nunca más ganará una final europea".
En un principio sonó como un comentario arrogante, más que nada por el potencial que tenía el equipo, Simoes, Coluna, Eusebio, Aguas y compañía. La temporada siguiente el Benfica se planta en la final de la Copa de Europa, y la pierde 2-1 contra el Milán, con Nereo Rocco en el banquillo. Comenzaba la maldición. En el 65 repite final continental y de nuevo cae derrotado, esta vez ante el Inter de Milán por 1-0, con Elek Schwartz de entrenador. 3 años después otra final, y ya se piensa que a la tercera será la vencida y con Otto Gloria de entrenador pierden 4-1 ante los ingleses del Manchester United. Tendrían que pasar otros 20 años para volver a ver al Benfica en una final, pero con idéntico desenlace, derrota por penalties ante el PSV holandés. Se contrata al prestigioso entrenador sueco Sven Goran Eriksson, con un extenso curriculum de títulos. Y así se plantan en su 5º final desde su último título. Aunque parezca increíble, caen por 1-0 ante el Milán. Y eso que aprovechando que la final fue en Viena, lugar donde estaba enterrado Bela Guttman, la expedición completa del Benfica, visitó su sepulcro y le hizo una ofrenda floral, esperando cambiar el destino negro que pesaba sobre el equipo.
Dice la leyenda que si la famosa águila "Vitoria" del Benfica da dos vueltas al majestuoso estadio da Luz el conjunto lisboeta saborea el triunfo. Teniendo en cuenta los resultados de los últimos 50 años, la sombra de Bela Guttman es la que planea en el cielo del Benfica.
Muy buen articulo,estas historias son las que merecen la pena,porque mucha gente las desconocen.
ResponderEliminarMe ha encantado, Alfredo. Solo añadirte que el aguila Victoria era del puerto del Santa Maria, un pueblo de Cadiz, y el señor que cuidaba de ella y salia todos los dias con el animal al estadio en dias de partido, era de alli tambien. Pero, si no me equivoco, este aguila ahora se la han llevado al estadio de la Lazio de Roma, y el aguila que sobrevuela el estadio Da Luz es otra....
ResponderEliminarCuando pueda, te confirmare este dato si te interesa.
Un placer
Claro que sí Miguel, todos los aportes son bien recibidos. Aunque aquí más bien centraba la historia en la década de los sesenta, hoy día como bien dices los cambios han sido varios.
EliminarGran articulo, desconocía totalmente la historia del entrenador húngaro, la verdad es que me he quedado sorprendido. Por cierto que cuadrado estaba Eusebio, de cara tiene un aire a Catanha (salvando las distancias).
ResponderEliminarBuen trabajo Alfredo; viví siete años en Lisboa y me ha encantado leer este artículo._ El aguila es todo un emblema para cierto sector de lisboetas, jeje-._ Muchas gracias por decidirte a abrir este blog, es entreternido y a su vez te informa, muy, muy bien!
ResponderEliminarPreciosa Historia
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