jueves, 12 de diciembre de 2013

FCK, PURA TENACIDAD ALEMANA.









El fútbol alemán nunca ha dejado de estar de moda. Hasta en las épocas menos exitosas de sus clubes y de su selección, y por encima de las mayores adversidades, ha dejado su huella vigorosa, competitiva y perseverante. Y en la creación de esa "marca alemana" es y será de justicia recordar  la contribución del FC Kaiserlautern, o FCK, un club con apenas media docena de títulos cosechados en sus 113 años de historia, que incluso deambula ahora en la Segunda División germana, pero con una colección de gestas que le han convertido en un verdadero clásico continental.


En el momento del artículo, tercero en Segunda División de Alemania









Fritz Walter con la copa de Campeones del Mundo'54


Fue toda una leyenda del balompié teutón, el gran Fritz Walter (en este blog podréis leer un artículo suyo llamado EL DILUVIO DE BERNA), quien puso en el mapa al equipo y a la ciudad a la que representa, una villa de apenas cien mil habitantes en el suroeste de Alemania. Tras la Segunda Guerra Mundial, donde salvó la vida de milagro, como paracaidista de "Lutwaffe" primero y como prisionero de campo de concentración después, Walter regresó a su ciudad y a su club, y en menos de un lustro lo transformó en una máquina terrible. Aquellos Diablos rojos, entre los que también destacaban Eckel, Kohlmeyer o su hermano Ottmar, ganaron las ligas de 1951 y 1953, además de contribuir a la conquista del Mundial del 54 tras el célebre Milagro de Berna, con la Mannschaft llevándose por delante a los Magiares Mágicos de Puskas.  



El estadio lleva su nombre desde 1985



Aquellos años dorados consolidaron al FCK en la élite del fútbol alemán, si bien no volvió a tocar el cielo hasta finales de los 90. Entre medias, eso si, dejó hazañas memorables. Como aquella victoria ante el Bayern de Múnich el 20 de octubre de 1973: los diablos rojos perdían 1-4 y en los últimos 33 minutos sacaron del campo literalmente a la legendaria escuadra bávara de los Beckenbauer, Torpedo Müller, Schwarzenberck y Hoeness y acabaron ganando 7-4. 


Victoria histórica sobre el Bayern de Múnich





Goleada memorable a uno de los mejores Bayern de la historia





Un vendaval parecido, con su correspondiente humillación, sufrió el Real Madrid en la aciaga noche del 17 de marzo de 1982, con un 5-0 que incluso se quedó corto y aún escuece a los aficionados merengues más veteranos. 



El Real Madrid también salió goleado del estadio del Kaiserslautern


Pero fue en 1998 cuando el FCK protagonizó "la mayor proeza que se ha visto en el fútbol alemán", en palabras del célebre Günter Netzer: en la primavera de ese año aquel plantel liderado por Brehme, Ballack y Sforza ganó la Bundesliga a la que acababan de ascender.




Al año de ascender, campeones de liga




 El penúltimo hito de un club que, a buen seguro, aún reserva mucha épica para el porvenir. Es lo que tiene la auténtica tenacidad alemana.

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