Desde hace ya muchos años, el
deporte rey ha dejado de ser solo eso, un deporte, para convertirse en un
negocio. Ya todo se hace con miras a que alguien siga engordando los números de
su ya amplia cuenta corriente. Que teníamos partidos de Copa de Europa, pues le
metemos unas fases previas para aumentar los ingresos televisivos. Que se puede
dar el caso de una final de poco interés entre dos clubes con poco peso e
historia, pues se inventan a los cabezas
de series y así se aseguran más ingresos televisivos al tener dicha final,
mayor repercusión mediática. Que se tiene que jugar un domingo a las doce para
potenciar el mercado asiático, pues mientras haya pasta por medio, se hace sin
problema. Que les obligan a jugar un lunes por derechos televisivos, a
sabiendas que contarán con un día menos de descanso, no hay problemas, más
euros para la cuenta. Los futbolistas ganan una pasta, de eso no tengo la menor
duda, pero los que la pagamos somos los espectadores en una inmensa mayoría.
Por ello queremos ver el mejor espectáculo y esto implica tener a los
futbolistas frescos para dar lo máximo de sí.
La Champions League ha dejado
demostrado que esas primeras fases con equipos de medio pelo del
resto de Europa, no engrandece para nada la competición, al contrario, son
partidos donde apenas cuentan con un mínimo tanto por ciento de espectadores
televisivos. Incluso se ve mucho blanco en la grada, no se llenan esos
estadios. Y de paso, se carga al futbolista con partidos sin interés, jugando
miércoles y domingo. Total que cuando llega lo bueno, allá por el mes de
abril-mayo, nos encontramos a muchos cracks fundidos físicamente. Realmente no
entiendo como ponen de excusa el espectáculo cuando es lo que menos les
interesa. ¿Se han fijado en el estamento arbitral? Y no me refiero solo al
nacional, donde una y otra vez se reclama profesionalidad en el asunto.
Personas preparadas única y exclusivamente para dicho trabajo. Porque una
decisión errónea de estos señores puede suponer pérdidas millonarias para un
club. Los lunes vuelven a sus respectivos trabajos y apenas son sancionados por
sus errores. Y si miramos a Europa, me da hasta la risa. Árbitros de áreas les
llaman, sin embargo te pueden partir la pierna a escasos centímetros de ellos,
que jamás tomarán cartas en el asunto.
Pienso que algo interesante para
recuperar cierto interés en dicho deporte, es modificar algunos aspectos. Hasta
octavos de final de la copa del Rey jugar a partido único en el campo del
equipo inferior. Que el campeón de dicha competición juegue la Champions
League. Que en Navidad no se pare la liga, sino al igual que en Inglaterra, se
aproveche las fechas festivas para ver a familias enteras en un campo de
fútbol. Con lo cual el calendario no estaría cargado con tantos partidos en el
desenlace de la liga.
Un reparto más equitativo de los ingresos televisivos, lo
de nuestra liga es para clamar al cielo. No puede existir tanta diferencia con
respecto al resto de ligas europeas. Esto con el paso de los años, no sólo debilitará
de forma genérica el campeonato nacional, sino que hasta la selección nacional
quedarán mermada en sus fuerzas, por el hecho de gastarse grandes sumas de
dineros en jugadores extranjeros que se valoran más que el producto nacional. Ya se han encargado de convertir la liga con los jugadores más caros del mundo en una mera comparsa para Barca y Madrid. ¿Dónde quedarán aquellas temporadas en las que los grandes se dejaban muchos puntos en campos de equipos inferiores? ¿La nueva liga escocesa? Me temo que sí. ¡¡¡ Cuánto daño hizo la ley Bosman !!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario