A mi personalmente estas preguntas me parecen absurdas. Se podrá decir que equipo o que jugador ha ganado más títulos o ha coleccionado más récords, pero jamás quien ha sido mejor que quien, ¿por qué? Porque son épocas y fútbol distintos. No se jugaba igual en los 50 que en los 80 o en los 90 y mucho menos en la actualidad. Los marcajes han cambiado, los espacios, la presión, hasta las reglas han sido modificadas para que el espectáculo siga resplandeciendo. Por citar algo, los delanteros de hoy tienen la ventaja de que el portero no la pueda coger con las manos si el balón viene de un compañero, a lo largo de una temporada este simple hecho cuesta muchos goles por malas decisiones de los arqueros o pases comprometidos de los defensas. Y es un solo dato. Tampoco podemos comparar los campos de antaño con las alfombras en las cuales se juega hoy. Y si ya entramos en los complementos, la diferencia es abismal. Comparar las botas de Di Stefano o Pelé, con las que utilizan Messi o Cristiano, es como comparar a Dios con Falete.
Hoy me he decidido a rescatar una de esas historias poco conocidas para muchos, acerca de un muy conocido equipo italiano, que no pasa precisamente por su mejor momento...el Torino. El Torino Calcio era uno de los mejores equipos del mundo en la década de los 40. Consiguió ganar 5 Scudettos de forma consecutiva entre los años 42-49 (por motivos de la segunda guerra mundial no se disputaron dos temporadas), el nivel de sus jugadores era tal, que de los 11 que formaban la selección italiana, 10 pertenecían a dicho equipo.
Por tal motivo, muchos clubes los contrataban para jugar partidos amistosos. Precisamente el Benfica los había contratado y cuando regresaban a Italia, hicieron previamente escala en Barcelona, donde se bajó la estrella húngara Ladislao Kubala. Aquel 4 de mayo de 1949 era un día muy nubloso en Turín y esto dificultó la vista al piloto mientras se acercaba al aeropuerto de Caselle. El avión se estrelló contra uno de los muros de la Basílica de Superga, 18 jugadores del equipo fallecieron a parte de otras personas.
La tragedia tuvo mucha repercusión mediática en Italia, se calcula que un millón de personas acudieron a despedir a los fallecidos.
Cuando se produjo el accidente, el Torino marchaba líder en la clasificación a falta de cuatro partidos para terminar la liga y se adoptó la decisión de proclamarlo campeón, lo que suponía su quinto título consecutivo. Se vio obligado a jugar los últimos partidos de la liga con los jugadores juveniles. Lo mismo hicieron sus rivales Génova, Palermo, Sampdoria y Florentina. Se solidarizaron así con el Grande Torino.
Si pele o di stefano jugasen en nuestros dias ya diriamos donde estarian los cracks actuales.
ResponderEliminarLo de Pelé creo que es inalcanzable, 3 mundiales y más de 1200 goles...ahí queda eso.
ResponderEliminarPor suerte el mundo del fútbol evoluciona y jamás se estancara,surgiran nuevas estrellas, a dia de hoy brilla con luz propia Messi,y hay debates si es mejor que sus antecesores, imposible saberlo solo que pertenece a ese reducido mundo que han nacido tocados por una barita mágica tan solo tenemos que disfrutar de su fútbol y no perder el tiempo debatiendo si su fútbol es mejor que el de este o el de aquel,A DISFRUTAR.Ya casi no me acordaba de la tragedia del Torino,es una pena que este equipo ande por la segunda division italiana,aún me acuerdo de la eliminatoria que jugo frente al madrid con Martin Vazquez en el equipo italiano y consiguio eliminarnos llegando a la final de la UEFA del año 92,aunque luego la perdio contra,por el aquel entonces,gran Ajax de Amsterdam.
ResponderEliminarYa verás Lorenzo, que seguiremos escuchando y leyendo dentro de una década el mismo debate, parece que la gente es reacia a disfrutar sin entrar en comparaciones absurdas. Son distintos tiempos y distintas formas de ver el fútbol, pero algunos se empeñan en siempre buscar un número uno.
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