jueves, 22 de octubre de 2015

¡ QUÉ MALA SUERTE CHATO !






Recuerdo siendo un chaval que veía un programa del periodista Alfonso Arús, donde interpretaba a un hombre vestido de amarillo y se reía de los demás con la famosa frase...¡Qué mala suerte Chato!



Pues en un deporte como el fútbol, donde unos centímetros pueden separar la gloria del fracaso, la mala suerte tiene un peso importante, y en el presente artículo me voy a centrar en la vida de un grandísimo jugador y como el hecho de cargar con EL GAFE  a sus espaldas, impidió que su palmarés lo encumbrase como uno de los más grandes de la historia. Me refiero al alemán Michael Ballack.



Lo cierto es que sus comienzos no hacían presentir nada de lo que llegaría a posteriori. Comenzó en un club humilde y dos años más tarde con 21 primaveras es fichado en la temporada 1997/1998 por el Kaiserslautern y ayuda a ganar hasta ahora su última liga. 



Levantando su primer título oficial, campeón de la Bundesliga 1997/1998






Su gran crecimiento futbolístico lo lleva a fichar por el Bayern Leverkusen con 22 años en la temporada 1999/2000. Y es aquí donde comienza su particular calvario. Última jornada del campeonato, al Leverkusen le basta un solo punto para salir campeón por encima del Bayern Münich, y para más emoción, juegan ante el débil Spielvereinigug. Pero salta la sorpresa, el equipo local se adelanta en el marcador con un autogol del líder, ¿adivinen quién fue el futbolista? Michael Ballack. Lo demás es historia. Derrota y campeonato que viaja a Münich. 




Comienza su lista negra de decepciones







Para terminar de gafar la temporada, es convocado por primera vez para participar en la Europa del 2000  y su selección es eliminada en la primera fase. 





Esto no fue más que el principio. Pero realmente catastrófica fue para el jugador teutón la temporada 2001/2002. A nivel de club el Leverkusen estaba realizando un juego bonito y práctico y aspiraba al famoso triplete, a día de hoy incluso al alcance de muy pocos equipos en el viejo continente.


- En la Bundesliga faltando 3 jornadas para la finalización del campeonato, aventajaban al Dortmund con 5 puntos y terminaron...subcampeones.

- En la final de la copa, caen estrepitosamente con el Schalke 04 por un contundente marcador de 4-2.

- En la final de la Champions League, se plantan en la final y a pesar de haberse adelantado en el marcador, terminarán perdiendo contra el R.Madrid por 2-1.



Fue espectador de lujo del gol que le privó de obtener la orejona








Pero aún quedaba otro palo de los buenos, de los que te marcan durante años por la peculiaridad del campeonato. Disputa su primer Mundial y la selección germana realiza un torneo grandioso, pero en semifinales ve una tarjeta amarilla en el minuto 71 que le impide disputar la gran finalísima, que posteriormente terminarían perdiendo con Brasil por 2-0.



Una gran decepción, perderse una final del Mundial por una maldita tarjeta







Parece increíble pero es cierto, de cuatro títulos posibles, no gana ninguno.


Al terminar esa temporada, da por terminada su etapa en su antiguo club y ficha por el más grande de Alemania, el Bayern de Münich. Allí como era de esperar domina el campeonato nacional sin dificultad, ganando durante ese periodo, tres Bundesligas y tres copas de Alemania.


En Münich ganó sin problemas por la falta de entidad de sus rivales, pero quería mucho más








Entre medias vuelve a ser convocado por Alemania para la Eurocopa del 2004 y nuevamente cae eliminado en la primera fase. 






Pero la mala relación con los dirigentes del club y en especial con Franz Beckenbauer, lo obligan a hacer las maletas por primera vez para probar en una liga diferente...y llega al Chelsea. 


A su llegada al equipo inglés, se le otorgó el dorsal 19, que venía siendo utilizado por William Gallas, sin embargo, José Mourinho le otorgó a Ballack el número de la mala suerte... ¡13!




Cómo éramos pocos...parió la abuela. Bonito amuleto a su llegada a Londres







En la temporada 2007/2008 fracasa de nuevo en la Premier, quedando en segundo lugar. Pierde la final de la League Cup con el Tottenham, pero le esperaba aún lo más terrible. Después de hacer un torno muy regular se plantan en la final de la Champions League con un rival de su propia liga, el Manchester United.  Mirando ambas plantillas no había un favorito claro, se adelantó el United por mediación del portugués Cristiano Ronaldo y al filo del descanso empataría Frank Lampard. Y así continuaría el marcador hasta llegar a la tanda de penaltis. No, nuestro protagonista no falló el suyo, pero justo cuando su capitán John Terry se disponía a tirar el último de su tanda, cuyo gol pondría el 5-4 y llevaría el título a las vitrinas del Chelsea, ocurrió lo siguiente...



...el césped le juega una mala pasada y resbala en el justo momento de impactar con el balón, fallando el disparo. 



En los siguientes penaltis el Manchester United no fallaría y en el Chelsea el francés Nicolás Anelka frustraría el sueño de Ballack con su error desde los 11 metros. 



Jamás la volvería a tener tan cerca







Pero el fútbol siempre te brinda una nueva oportunidad y ésta se presenta en forma de Eurocopa 2008. Alemania jugaría la final contra una sorprendente selección española que había pasado su famoso estancamiento de cuartos de final. Un gol del Niño Torres, dejaría nuevamente a Ballack con la miel en los labios. 



Una imagen vale más que mil palabras







En la temporada 2009/2010 gana por primera vez la Premier al ganar 8-0 al Wigan Athletic y seis días después parecía colmar una nueva era de felicidad al ganar su tercera FA Cup. Pero en dicho partido fue lesionado por el ghanés Kevin-Prince Boateng, lo que le impidió jugar el Mundial de Sudáfrica, que acabaría ganando España. 



Su maltrecho pie no le dejó jugar un nuevo Mundial





Fue su última oportunidad de jugar un torneo importante, ya que ese mismo verano regresaría al Bayern Leverkusen donde se retiraría dos años después. 


En conclusión, éste es el caso de un grandísimo jugador que ha podido ganar los tres grandes títulos (Champions League, Eurocopa y Mundial) pero se ha tenido que conformar con verlos levantar a otros. 






























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