D. Eusébio Ferreira da Silva.
Durante las últimas semanas me he dedicado a recabar información sobre aquellos jugadores que tuvieron un papel determinante en el cambio de dirección de su club, siempre a positivo claro. Personas que si quizás no hubiesen influido directamente en la historia de esos clubes, hoy día no estaríamos refiriéndonos a ellos como grandes equipos. Pues bien, los seguidores de mi blog saben que estoy abierto a todas las informaciones y consejos y me encanta que se sientan partícipes de ello. Resulta que tengo un gran amigo en Portugal, español de Linares y enfermero para más señas, llamado Miguel Pulpillo el cual por circunstancias de la vida, le ha tocado salir de España, para ganarse los garbanzos en el país vecino. Aparte de ser un auténtico colchonero es amante del fútbol como yo y gracias a él que me pone al corriente de como va la liga portuguesa, sé quienes son los futbolistas que están destacando en el fútbol luso. Hace varias semanas me recomendó la investigación de la llegada de Eusébio al Benfica y aprovechando que hoy cumple 71 años, aquí os traigo ese artículo. Va por ti Pulpi.
Eusébio en acción.
- Nace el 25 de enero de 1942 en Maputo, capital de Mozambique. Apodado La Perla Negra o La Pantera de Mozambique.
El mejor jugador que ha vestido la camiseta de Portugal (pese a ser de origen africano) dejó huella en el Mundial de 1966 y, sobre todo, en la historia del Benfica.
Una de las mejores cosas que se llevó Portugal de Mozambique mientras el hoy país independiente era una colonia lusa fue a Eusébio da Silva Ferreira, uno de los diez mejores jugadores de todos los tiempos según los rankings que elaboran FIFA, UEFA, IFFHS y el resto de organismos encargados de estas clasificaciones. El primer producto futbolístico originario de África que maravilló en el viejo continente. Pero, como decimos, Eusébio hizo carrera en Portugal, donde es considerado el más grande.
El origen de lo que marcaría la época más gloriosa del equipo luso se encuentra en una barbería de Lisboa, donde Béla Guttmann recibe una recomendación de su amigo José Bauer, ex jugador al que entrenó en su época en el Sao Paulo. Ese consejo tiene nombre y apellidos: Eusebio Da Silva.
Béla Guttmann en gran valedor de Eusébio.
La Pantera entra en escena.
Guttmann le hace caso y se va a por ese chaval africano capaz de hacer los 100 metros en 11 segundos. Un portento físico al que le acompañan además unas cualidades técnicas notables. Tras una dura lucha con el Sporting de Lisboa, el Benfica se trae al jugador después de desembolsar 350.000 escudos al Lorenço Marques, su club de procedencia.
Con la elástica del Benfica.
Aunque bien pudo haber sido ídolo del archirrival, el Sporting. Y es que el fichaje de Eusébio es una de las polémicas que convirtió en irreconciliables a verdiblancos y encarnados. Tal fue la batalla por su contratación que Eusébio, durante los meses que duró el litigio, se hospedó en un hotel del Algarve bajo el pseudónimo de Ruth Malosso. Se dice que Domingos Claudino, dirigente del Benfica que se hallaba con él, ¡se ataba un lazo al meñique por la noche para evitar su fuga!
La disputa por la propiedad de Eusébio se alargó tanto que impidió que disputara la final de la Copa de Europa de 1961 contra el Barcelona. Al año siguiente, eso sí, la perla negra, como le apodaban (también la pantera negra) no faltó a su cita con la historia y contribuyó activamente a la conquista del segundo título continental del Benfica, está vez ante el Madrid de Di Stéfano, que nunca antes había perdido una final.
Los campeones de Europa del ´62.
Su debut, con tan sólo 18 años, sería una premonición de lo que le esperaba al aficionado del Benfica. En París, durante un amistoso con el Santos de Pelé, Guttman decide darle sus primeros minutos con 3-0 por debajo en el marcador. Ni corto ni perezoso, ese joven fornido de raza negra se estrena con un rapidísimo 'hat-trick' que dejó de piedra al propio Pelé. 'O Rey' reaccionó y marcó dos tantos para que el Santos ganara por 6-3, pero Eusebio ya había dejado su sello.
Pelé y Eusébio, vaya dos cracks.
Curiosamente, pese a ser un ariete voraz Eusebio era un jugador súper tímido. Lo demostró en la mencionada final, pidiendo casi con miedo permiso a su compañero Coluna para que le dejara lanzar una falta que posteriormente anotó. De hecho, al final de ese partido Eusébio se olvidó de festejos y solo pensó en localizar a Di Stéfano entre la marabunta para pedirle por favor su camiseta. En la celebración con los hinchas, Eusebio perdió todo (camiseta, botas...) pero no el obsequio de la Saeta, el cual guardó dentro de sus pantalones.
Con su ídolo y amigo Di Stéfano.
Qué inmaduro no le vería su madre cuando partió hacia Portugal que en su chaqueta le guardó una carta pidiéndole a Coluna, referente de aquel Benfica y mozambiqueño como él, que le cuidase. Dentro del campo, eso sí, no necesitaba tutores... Eusébio era un prodigio de la naturaleza, fuerte, ágil, habilidoso, competitivo y veloz como una bala (corría los 100 metros en 11 segundos). Si a eso le unimos una destreza especial para el regate, obtenemos una máquina difícil de ver en los '60. Pero si algo le encumbró fue su facilidad para romper redes.
Un dato para reflejarlo: Eusébio marcó 727 goles en 715 partidos para el Benfica.
- Ocupa el 9º puesto en la lista de los 50 mejores jugadores del siglo XX según la IFFHS.
- Ganó 10 ligas portuguesas.
- Ganó 5 Copas de Portugal.
- Anotó 317 goles en 301 partidos de liga.
- En 1965 obtuvo el Balón de Oro.
- En 1968 con (42 goles) y 1973 con (40 goles) gana la Bota de Oro.
- Ganó la copa de Europa con el Benfica en 1961 y 1962.
- Con Portugal fue 3º en la Copa del Mundo de Inglaterra 1966, donde fue Pichichi del torneo.
En Lisboa se erigió una estatua ante el estadio Da Luz, en memoria a sus logros.
Muchas gracias por la dedicatoria, apañao...
ResponderEliminarAbrazos!!
Las gracias te las tengo que dar a ti, por señalarme el camino para escribir este artículo.
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